Una institución oficial como el Infonavit, con tantos años ya de beneficiar a los mexicanos, es una prueba palpable, precisamente, de la importancia de las instituciones y de cómo éstas son básicas para preservar la paz social y la certeza económica, incluso en los momentos más críticos del país. Por eso yo soy de quienes piensan que aquella frase de que "hay que mandar a volar a las instituciones" no sólo es desafortunada sino suicida.
Leo que el logro constante de los objetivos del propio Infonavit ha sido posible debido a la participación de una gran cantidad de personas involucradas en las actividades de ese instituto para la vivienda y que todos ellos forman parte de lo que ahora se llama el Infonavit ampliado. En este nuevo concepto se encuentran englobados nada menos que "dos mil 500 desarrolladores, dos mil notarios, 670 valuadores y corredores públicos, mil 200 verificadores de obra, cuatro mil especialistas en cobranza, mil proveedores externos de bienes y servicios, 23 instituciones financieras y demás profesionales y entidades". A veces no se piensa en la enorme cantidad de gente que trabaja por un solo objetivo y hoy quise mencionarlo porque me parece justo que se le dé el crédito que se merece y porque gracias a esas personas muchas veces anónimas, cada vez más mexicanos tenemos acceso a una vivienda propia..
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