miércoles, 26 de agosto de 2009

Cuando Alejandra duerme...


Estar con mi hija, jugar con ella, bañarla, vestirla, darle de comer, llevarla a pasear son cosas que disfruto sobremanera. Sin embargo, esos lapsos cuando ella duerme tranquila y me permite estar a solas, estar conmigo misma, son momentos que gozo de igual forma (claro, cuando mi marido está en su trabajo). Sé que hay gente que no puede estar consigo y necesita por fuerza la compañía de otras personas. Yo no. Yo sé pasarla bien a mi lado, por decirlo de alguna manera. Son instantes en los cuales puedo leer, entrar a internet (mi más reciente afición, debo aceptarlo) o simplemente pensar, recordar, meditar, mientras miró pasar la vida exterior a través de la ventana de mi cuarto que da a la calle. Pienso entonces en otros tiempos, en cuando era niña o adolescente, en mis escuelas, en mis familiares, en mis épocas de noviazgos fugaces o en el día en que conocí a Carlos, el hombre que me hace feliz. Así puedo estar por horas... o por minutos, depende lo que mi bebita quiera dormir. Pero como sea, también en ese rato me siento muy dichosa.

1 comentario:

  1. Sí te entiendo! Yo también disfruto mucho a mi enana pero cuando duerme siesta es realmente emocionante parar hasta la música infantil y concentrarme en otro tipo de pensamientos. Y de hecho, cuando me dice que no quiere dormir, le digo que no tiene que hacerlo, pero que es su ratito de descansar y de pensar en lo que más le gusta. Queda más o menos conforme pero sé que es parte de los hábitos que después me va a agradecer (bueno, al menos no a reclamar ja ja ja)

    Saludos!

    Simone

    ResponderEliminar