martes, 28 de julio de 2009

¿Qué nombre le pondrán a la generación de mi hija?

Tengo algo que celebrar: ¡ya aprendí a ponerle título a mis posts! Definitivamente se ve mucho mejor. Y bueno, ¿a qué se debe que abra con una interrogante de este tipo? Ayer pasé la tarde con una de mis mejores amigas. Siempre disfruto charlar con ella no sólo por el cariño y la empatía que ha existido entre nosotras durante tantos años, sino porque es también una psicóloga muy talentosa, a quien le gusta mantenerse al tanto de los estudios reveladores sobre la conducta humana. El caso es que ayer me habló de la Generación Yo, de la cual la verdad no tenía la menor idea.
Se trata de un término propuesto por la psicóloga Jean Twenge para referirse a la generación de jóvenes nacidos en la década de los ochenta o noventa, que ahora son veinteañeros y están familiarizados con internet... pero a un grado ¡casi obsesivo! Mi amiga me contaba que los planteamientos de Twenge tienden a ser demasiado negativos, pues dice que los jóvenes son más seguros de sí mismos, más enérgicos, tienen muchas herramientas para comunicarse, pero, según Twenge, son más infelices que nunca.
Después de analizar los pros y contras de esta teoría, mi amiga y yo llegamos a la conclusión de que quizás los jóvenes se han vuelto más narcisistas y protagónicos -hablando de sí mismos por todas las vías posibles-, pero que al final sigue siendo determinante establecer relaciones sanas en familia y entre amigos con tal de alcanzar el bienestar emocional a la que cualquier generación aspira.
Por supuesto, esta plática me dejó pensando muchísimo en cuál será el nombre que algún psicólogo o sociólogo le pondrá a la generación de los que nacieron en la década del 2000, como mi nena. Y más que agobiarme por lo incierto que resulta lo que vendrá, prefiero pensar que mi hija es muy afortunada al contar con dos personas decididas a estar a su lado, alentarla y compartir una visión positiva de la vida.

1 comentario:

  1. Maricarmen, según nosotros Romina es el diminutivo, en italiano, de Roma, pues el diminutivo, casi siempre, se hace añadiendo ina o ino, como tavola tavolina, ragazzo, ragazzino. Que todo vaya bien!

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