De chismes y glúteos desafortunados

Debo reconocer que ya tenía un buen rato sin que me pasara esto, pero justo hoy la maldición de la fila en el súper se hizo presente. No me quejaré, para nada. Al contrario, aproveché la ocasión para ponerme a hojear revistas de chismes y ¡oh sorpresa! Es increíble que una nomás les pierda el hilo unos meses para toparse con una bola de noticias exóticas del mundo de la farándula.

Resulta que Alejandra Guzmán se sometió a un tratamiento estético para levantarse los glúteos, el cual consistía en aplicarse unas inyecciones de una sustancia que se supone haría mil maravillas. El caso es que la dichosa sustancia terminó por provocarle una infección gravísima que la mandó al hospital, de donde salió apenas ayer.

Las fotos que vi eran de miedo. La pobre se veía flaca, cansada, ojerosa y... ya saben.
Lo peor: los que redactaron la nota parecían muy irónicos al decir cosas como "Alejandra Guzmán, muy sonriente, salió del hospital sosteniendo la bombilla para drenar la sangre que va conectada a sus glúteos". Y bueno, aunque las imágenes decían mas que todas sus palabras, Alejandra insistía en querer seguir "dando lata" y "rocanroleando". Por qué no, ¿verdad?

Después de esta penosa experiencia, creo que tendrá que dejar de lado su obsesión por ser eternamente bella bella.

Y el chisme no acaba ahí. En un desliz de primermundismo, muy a la hollywood style, resulta que unos tipos harán una película en la que contarán su historia. Así como lo oyen. ¡Los glúteos infectados irán a la pantalla grande! La película, por supuesto, ya tiene nombre. Se llamará Reina de corazones y estará protagonizada por ella misma. En el papel de la cosmetóloga irresponsable estará la actriz Jacqueline Andere. La historia se centrará en narrar la pesadilla vivida por la Guzmán (me encanta decirle "la Guzmán"), pero contará también la historia de las víctimas que fueron a dar a esa clínica maléfica.

Una vez que esté lista la película, Alejandra y compañía seguro querrán organizarle una proyección especial a la delicada cosmetóloga Valentina de Albornoz en el reclusorio donde para entonces estará.

Leo estas cosas y pienso que nada hay como disfrutar de la tranquilidad del hogar. Oooh sí.