Esta semana estuvo repleta de ellas. Bueno, la que a mí me dejó en shock fue la de los doctores que vendían bebés en un hospital. Todos deben estar enterados a estas alturas, pero si algún despistado no sabe de qué hablo, pues les cuento. En un hospital en el DF, la policiía descubrió que los doctores vendían niños recién nacidos, engañaban a sus madres diciéndoles que habían muerto.
Esta red siniestra de venta de bebés fue descubierta gracias a la denuncia de una de las mujeres que dio a luz en ese hospital del terror, a quien también habían querido engañar con la noticia de que su bebé, en perfectas condiciones durante toda su gestación, murió de manera inexplicable durante el parto.
Y bueno, otro factor clave para lograr poner fin a esta infamia fue el hecho de que el hijo del dueño de la clínica se atrevió a denunciar a su propio padre al enterarse de las fechorías que ahí ocurrían. Fue él quien le envió un mail a la mujer que exigía un acta de defunción y los restos de su hija.
A estas alturas, entre los detenidos están los doctores, el dueño de la clínica, algunas enfermeras, e incluso una mujer que compró un bebé a 15 mil pesos. ¡15 mil pesos! Dios mío.
Al enterarse de asuntos como éstos una se pregunta qué otras cosas horribles estarán pasando allá afuera. Y lo peor, cuánto tiempo tomará para que salgan a la luz. En fin. Iba a mencionar una serie de noticias de la semana, pero todas son bastante escalofriantes (se cumplió un año del avionazo aquel en donde murió Mouriño y otras 15 personas, el tiroteo en la base militar de Fort Hood, Texas, en donde murieron 13 personas, el otro tiroteo en Orlando en donde un hombre mató a dos). Bueno, y por qué me estaré yendo tan lejos, si para encontrar noticias de tiroteos y muerte no es necesario cruzar la frontera.
Creo que debo detenerme justo ahora, antes de que mis ánimos terminen por los suelos.
Buscaré una noticia mucho más optimista y la subiré ahora mismo.
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